Bob Mould @ Teatro Vorterix
- 07/10/2013
- DLG!
05/10/13 –
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Fotos Esteban Igarzabal (@RockFrames) para Devil’s Laugh Group!!
En los últimos años he tenido algunos sueños recurrentes relacionados al rock. Por ejemplo, en varias oportunidades, soñé estar en primera fila en un recital de Black Flag o de Hüsker Dü y me despertaba sabiendo que lamentablemente era imposible. El pasado jueves 3 de octubre tuve la suerte de ver a Bob Mould y su banda tocando en Buenos Aires en el Teatro Vorterix y la verdad, puedo decir que fue más cercano a mis sueños de lo que yo esperaba.
El cantante, guitarrista y compositor Bob Mould llegó a Argentina a presentar su último disco “Silver Age” y a presentar la nueva edición de “Copper blue” de Sugar (banda con la cual tocó durante más o menos la primer mitad de los 90). En las entrevistas recientes, él mismo ya decía que en esta gira estaba presentando ambos discos y precisamente eso fue lo que hizo acá. Con el agregado de un buen número de temas de Hüsker Dü, su primera banda, lo cual aportó un valor emocional incalculable a esta visita.
Hüsker Dü es una de los grupos que introdujeron el factor artístico y trascendental en el hardcore punk de los 80 en Norteamérica. Para los que no la conocen, es una banda difícil de digerir de entrada. En parte, por el audio particular de sus discos de estudio y también por las composiciones más experimentales que suelen alejar al público del punk ortodoxo. Precisamente por todo eso y algunas cuestiones más, es una de mis bandas de cabecera.
En esta gira lo acompañan, Jason Narducy (también miembro de Telekinesis y algunas otras bandas) en bajo y en batería Jon Wurster de Superchunk, formando un trío de música fuerte que remitía mucho a Sugar y los Dü. Dado que en sus discos solistas hay otros elementos más acústicos o algunas aproximaciones a la música electrónica, yo pensé que podían colarse en el show algunas desviaciones del sonido “trío-de-rock-muy-fuerte” pero no. Todo fue bien concreto.
El recital arrancó con cinco temas de Sugar al hilo, empezando con “The act we act” y terminando el segmento “Copper blue” con “Hoover Dam”. En varios temas las vocalizaciones eran distintas a las versiones de los discos (armonizaba las melodías y armaba las frases a su manera en vivo), cosa que para mí siempre funciona ya que te ofrece otra perspectiva de la canción. Y si, el tipo es un maestro y ni hablar de las letras, que merecen un texto aparte. Después de eso siguieron con temas de “Silver Age”, y lograron no desentonar con los temas de Sugar ya que es un disco bastante “sugaresco”. Las versiones de “The descent” y de “Steam of Hercules” fueron golazos. En el medio del show volvieron a Sugar con temas como “Come around” del EP “Beaster” (para mí, uno de los mejores momentos del recital) y el único de “File under: Easy listening” fue “Your favorite thing”. Me hubiera gustado alguno más de ese disco pero bueno, ya era mucho pedir.
Y ahí vino la parte más desgarradora: “Hardly getting over it”. Un golpe bajo, catalizador de la angustia de todos. Pero inmediatamente después para levantar los ánimos aparecieron “Could you be the one”, “Celebrated summer” y “Chartered trips”, todos hits de su mítica banda Hüsker Dü. Cuando terminaron de tocar “Keep believing”, tema que aparece en “Silver age”, se fueron atrás del escenario a hacerse los difíciles. Pero como son gente buena volvieron con un encore conmovedor hasta la medula: “If I can´t change your mind” de Sugar, seguido por “Something I learned today“ y “In a free land “de los Dü.
Personalmente me quedé con ganas de escuchar mas temas de Bob Mould solista. Por ejemplo, faltaron temas de “Life and Times”, “The last dog and pony show”, “Workbook”, por nombrar solo algunos de sus discos más consistentes. Aunque después comprendí que mis ganas de más Bob eran irracionales, ya que el recital fue tremendo y este tipo que ya está por cumplir 53 años deja en ridículo a muchas bandas de gente joven que, al lado de esta institución de la música americana, parecen solo amargas copias sin alma.
Hay mucho que aprender todavía del señor Bob Mould, no solo de su herencia musical sino también de todos esos personajes inolvidables como Grant Hart, Frank Black, Jeffrey Lee Pierce, D. Boon, Paul Westerberg y todos los santos del rock de autor que nos dejaron ese legado de música sagrada para que rompamos la barrera entre el arte y la vida. Ojala sigan siendo posible este tipo de visitas a la Argentina porque a muchos realmente nos hace falta, aunque sea para poder realizar algunos sueños en esta vida que nos va asesinando día tras día.
Por Osvaldo Zulo