Niños Enfermos – Esconder Cicatrices

Esto es así: Una noche, en una charla del 3º tipo, le comenté al querido Eloy sobre una banda que me gusta mucho. Le dije que estábamos prontos a armar algo juntos, y me pareció bueno que se despilfarren un par de discos a modo de regalo para sus web-lectores, en una especie de “Ruleta de la Muerte”, organizada claro por el clan devil-laugh. Resulta que esta ruleta era de alto presupuesto, que la Municipalidad no nos prestó el Palacio Municipal para realizar el evento, por lo tanto los sueños quedaron aplastados por el piso. Pero el disco sigue en mis manos, desde el día que vió la luz, y la idea de hacer una especie de crítica es hoy un hecho.

¿Qué si soy bueno para hacer críticas sobre algo? No. Escucho lo que me gusta, y a veces ni siquiera entiendo muy bien el porque de la atracción en sí. Pero esto es algo que me parece ideal, porque en realidad no construyo paredes a la hora de prestar mi gordo oído.

La banda en cuestión es Niños Enfermos, el disco “Esconder Cicatrices” (2º placa de la agrupación, editada para Zonda Records) y la cosa radica en lo siguiente: potencia. Tengo que admitir que soy un fan asumido de este grupo, que me gustó desde la 1º vez que lo escuché (sí!, amor a la 1º escuchada!) y que no puedo ser muy objetivo al respecto. El cantante es un amigo enorme, entonces es como si la objetividad se siguiera perdiendo. Pero no! Attenti….no te voy a contar si empiezan o terminan bien los temas, si la duración es la correcta o se quedaron cortina´s, si el arte de tapa es lo nuevo en diseño o es un cambalache….eso se lo dejo a la Madhouse o la revista Gente, en su defecto. Si te voy a decir lo siguiente: si te gustan las letras que reflejan el sufrimiento personal, la desesperación y la búsqueda eterna de todo, si sos amantes de guitarras que suenan como un tren (si, tal cual), si te parten la cabeza escuchar baterías que galopen los temas, esta es una de tus nuevas bandas de cabecera. Claro, te podría decir que las influencias de Mike Ness y Social Distortion son evidentes, tanto en la lírica como en lo musical, pero créeme que la banda se escapa de eso y busca mucho más en su propio interior. Un lugar en común entre el punk rock, el r´n´r bien cañoñero y el libre albedrío. Porque lo bueno es que vas a encontrar cosas que no pensabas escuchar.

No puedo dejar de aclarar lo impecable del sonido (un detalle: baterías producidas por Carrizo, baterista de Animal).

La propuesta es muy interesante, y lo mejor: el 22 de abril los podés escuchar en Rosario. Estos niños están enfermos, no si por el exceso de que, o por un yoghurt Ser del ´99, pero algo les unciona mal. Ahí es donde nace la coherencia de la banda. Saludos web-lectores de Devil’s Laugh. Saludos a Eloy y todo el plantel….